30/9/08

Tiempo



El tiempo es más bien como un reloj de arena:

-Siempre tarda lo mismo en llenarse un lado vaciándose el otro.

-Los pequeños individuos siempre corren (¿o son granitos?).

Pero "siempre" es una palabra engañosa:

-Si la arena se humedece o se seca el 'tiempo' cambia.

-Si me canso de participar en el incesante ciclo de llenado y vaciado, dejando de dar vuelta este interesante dispositivo, el 'tiempo' deja de existir.






Uy, me olvidé de los granitos.

Parece que se perdieron en el ir y venir de sus días agitados.

Se me hizo tarde, ¡me voy!

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